El cómic, orígenes y evolución, 1 Parte
A lo largo de su corta historia, similar en tiempo a la de la fotografía, el cómic ha tenido que sortear todo tipo de incomodidades. Por sus convenciones visuales ha tenido que competir en lo artístico con otros medios icónicos más poderosos, como la pintura, y en tanto a su narración de aventuras y héroes poderosos se le ha relegado como producto marginal destinado al niño. Por otro lado, el cómic es considerado un mass-media, es decir un medio de comunicación que se produce para llegar a grandes masas de población, pero su carácter comunicativo y ilustrativo no llega a alcanzar a los niveles de otros” media”, como la televisión o internet. Si tuviéramos que definir a este género podríamos decir que se trata de una expresión artística que integra tanto texto como imágenes secuencializadas, empleando particulares recursos de carácter icónico, narrativo y literario y configurando un código específico. Como buena parte de los medios icónicos, la imagen se apoya en el texto y se ha convertido en un lenguaje singular dotado de leyes propias. El interés de realizar un artículo sobre el cómic radica, en parte, por una admiración hacia muchos de sus dibujantes como Moebius y, por su relación con otros medios expresivos de la imagen, como es el cine y la pintura. En este artículo, hablaré de su origen y de su evolución, de sus crisis y edades doradas y, me centrare en algunos autores y sus obras más significativas. El origen del cómic, como medio de expresión de difusión masiva nace y se desarrolla al mismo tiempo que el periodismo durante el s.XIX, al compás de la época de oro del capitalismo industrial. Comienzan a adoptar sus principales características a partir de 1895, el mismo año en el que comienzan a desarrollarse las técnicas cinematográficas, un año antes del invento de la radio. La competencia de los nuevos periódicos por aquel entonces, aclamaba la necesidad de dibujos e ilustraciones que les servían como nueva arma publicitaria. EE.UU era el principal centro mundial de producción e innovación en el terreno del cómic y, los grandes periódicos del momento trataban de ganarse al público a través de sus ilustraciones pues, eran conscientes de la gran cantidad de emigrantes que se desplazaban a tierras americanas y no conocían el idioma, pero que si podían ver sus imágenes sin apenas texto; aunque también hay que tener en cuenta el gran analfabetismo de la población más humilde. En este contexto hay que situar al gran magnate de prensa estadounidense, Joseph Pulitzer, propietario del New York World, el cual contaba con dibujantes que trabajaban en el suplemento dominical de su periódico, como Richard Felton Outcault, que realizó las viñetas de Yelow Kid, donde un niño describía los acontecimientos de un barrio pobre neoyorquino. Este autor creo en realidad los primeros cómics dónde se combinaban imágenes con la integración de diálogos en los bocadillos. Según R. Gubern, también en Yelow Kid se identifican otras condiciones que sitúan al cómic como un lenguaje totalmente original, como es la permanencia estable del personaje a lo largo de una serie y la secuencia de imágenes consecutivas para articular un relato. Otros diarios competentes son los de la cadena Hearst, que utilizaban también ilustraciones para ganar adeptos. Por lo visto, William Randolph Hearst era propietario del periódico “New York american” y de una cadena de más de cuarenta diarios y revistas. Este fue el personaje central de una de las mejores películas de Orson Welles,”Ciudano Kane”. Un aspecto interesante de estos cómics iníciales es que, aún cambiando el dibujante, se mantenían los dibujos y las tiras en los periódicos.